EUROVISIÓN
Casi una semana hace del Festival de Eurovisión y aun no hay rastro en los medios de la canción ganadora.
Ni siquiera se me ha quedado anclada en la memoria. Y es que, en realidad, la canción sueca era bastante floja a todos los niveles y realmente triunfó debido al original y logrado formato visual con el que se presentó.
Este evento nunca ha sido santo de mi devoción, desde hace cuatro décadas siempre en retaguardia en cuanto a innovación, casi todos los años muy monotono y de una pobreza musical manifiesta, sobre todo desde los Paises del Este, y desde luego todos las puñeteras ediciones con la misma movida de las votaciones, cuestión que por archiconocida no voy ni a comentar.
Últimamente se han puesto de moda las intérpretes mezzosopranos desgañitadas, de escaso gusto y sosiego vocal para las mujeres y los berrones de voz pitiflautica o susurrada para el sexo "masculino", eso si en los temas nunca falta la subidilla de tono al final.
Además, por lo general, las mejores canciones nunca triunfan.
Este año ha pasado con Alemania que siendo el tema más pegadizo, sofisticado y de calidad y además el mejor interpretado, por sensualidad y destreza, ha salido con un carozo. El tema de Chipre era muy bonito, con silencios y armonías poco habituales en estos lares y la interpretación exquisita. Fuera de eso, un páramo desolador.
Cosas sueltas: la presentación de Suecia, las producciones de Rusia y de la morena, la brillante interpretación de Australia que entre las de arriba fue la mejor con diferencia y las voces italianas.
España no destacó en nada. La canción penosa, grito de tarzán con mucha rever y a continuación melodía estribillo melancólico pero insulso, el resto inconsisitente. La vocalista aceptable, lo mejor su pierna derecha que le desbordaba del vestido en algunos planos.
Parece que como novedad a partir de ahora invitarán cada año a un país extraeuropeo, esperemos que en 2016 no se presente Estado islámico con la canción "Decapitando Occidentales"
Cosas sueltas: la presentación de Suecia, las producciones de Rusia y de la morena, la brillante interpretación de Australia que entre las de arriba fue la mejor con diferencia y las voces italianas.
España no destacó en nada. La canción penosa, grito de tarzán con mucha rever y a continuación melodía estribillo melancólico pero insulso, el resto inconsisitente. La vocalista aceptable, lo mejor su pierna derecha que le desbordaba del vestido en algunos planos.
Parece que como novedad a partir de ahora invitarán cada año a un país extraeuropeo, esperemos que en 2016 no se presente Estado islámico con la canción "Decapitando Occidentales"
En la Europa ortera del Siglo XXI todo es posible.