EUROVISIÓN SE TRANSFORMA EN UN ENTE MUSICAL PROFUNDO. PORTUGAL ARRASA.
Eurovisión
cobra conciencia sobre el verdadero sentido de la música otorgándole un
aplastante triunfo a una canción y a un vocalista de extraordinaria calidad y
de enorme profundidad. Portugal ha arrasado tanto en las votaciones del jurado
como en las del voto popular.
A Kiev acudían los de siempre: mezzosopranos de largas piernas y voz estridente, guaperas de gimnasio con coreografías a lo Karate Kid, payasos ataviados con vestimentas pseudotradicionales, cosas divertidas y desenfadadas que al final resultan casi siempre recurrentes, imitadores de artistas y estilos desfasados, tramoyas paranoicas indescifrables, tecnomacarradas con rayos laser; en fin, lo de todos los años.
Pero en un mundo vanal, fútil y superficial el público europeo necesitaba un examen de conciencia sobre la verdadera catarsis del arte y los Sobral han presentado una pequeña obra maestra que ha despertado esa rebeldía contra lo establecido.
Enhorabuena a los responsables de Eurovisión Portugal y al público portugués por haber dado una oportunidad a esta canción y enhorabuena a los "oyentes" europeos por haberla acogido, y digo bien oyentes, aunque también espectadores, porque ver interpretar a Salvador Sobral su tema "Amar Pelos Dois" es un viaje hacia lo más intimo de nuestra alma; Y además cantando en su hermoso idioma, desafiando la tiranía del inglés.
A Kiev acudían los de siempre: mezzosopranos de largas piernas y voz estridente, guaperas de gimnasio con coreografías a lo Karate Kid, payasos ataviados con vestimentas pseudotradicionales, cosas divertidas y desenfadadas que al final resultan casi siempre recurrentes, imitadores de artistas y estilos desfasados, tramoyas paranoicas indescifrables, tecnomacarradas con rayos laser; en fin, lo de todos los años.
Pero en un mundo vanal, fútil y superficial el público europeo necesitaba un examen de conciencia sobre la verdadera catarsis del arte y los Sobral han presentado una pequeña obra maestra que ha despertado esa rebeldía contra lo establecido.
Enhorabuena a los responsables de Eurovisión Portugal y al público portugués por haber dado una oportunidad a esta canción y enhorabuena a los "oyentes" europeos por haberla acogido, y digo bien oyentes, aunque también espectadores, porque ver interpretar a Salvador Sobral su tema "Amar Pelos Dois" es un viaje hacia lo más intimo de nuestra alma; Y además cantando en su hermoso idioma, desafiando la tiranía del inglés.
Al lado del
revolucionario, y al tiempo orgulloso Sobral, todo lo demás languidecía pero
quiero destacar tres cosas: la bella canción y voz de culto de la chica de
Bélgica que debió haber sido segunda, el riff de saxo y el desenfado de
Moldavia y el talento vocal del cantante de Bulgaría.
El público ha acertado de
lleno en sus votaciones pero aun hemos tenido que soportar nuevamente alguna
desvergüenza prevaricadora por parte de los jurados nórdicos, balcánicos y
grecochipriotas durante las votaciones. Aun así, el mundo se rindió ante
la evidencia del talento portugués.
Por último no quiero dejar escapar la oportunidad para hablar del espantoso ridículo de España, y digo bien, de España, y no solo de su bisoño y antitalentoso cantante.
Los políticos de este país son los responsables de mantener con dinero público un ente absolutamente politizado, desfasado y anticompetitivo como TVE que se permite concursos en los cuales participan artistas sin el más mínimo contraste de calidad y en los cuales incluso cabe el fantasma del fraude, como ha ocurrido este año. Y no digo que lo haya habido.
Este concursante, Manel Navarro, es el producto de un largo proceso de desintegración dentro de Televisión Española, y no solo en la programación musical, salvo excepciones, que las hay, aunque no en el mundo de la música. Y por cierto, aun es peor la televisión autonómica de Galicia.
Ciñéndonos a la canción, al margen del intolerable gallo, decir que la composición resultaba rítmicamente monótona, armónicamente simplona y vocalmente vaída; por encima estaba pobremente producida y aun fue peor interpretada en el directo.
Es verdad, sin duda, este chico se merecía ese último puesto pero TVE ha tenido la desfachatez de abandonar a su suerte a su desdichado engendro, no hubo debate, ni interés aparente, ni asunción de responsabilidades.
Pero hoy y aquí lo destacable es la recuperación de la conciencia musical europea.
¡Viva Portugal!
Por último no quiero dejar escapar la oportunidad para hablar del espantoso ridículo de España, y digo bien, de España, y no solo de su bisoño y antitalentoso cantante.
Los políticos de este país son los responsables de mantener con dinero público un ente absolutamente politizado, desfasado y anticompetitivo como TVE que se permite concursos en los cuales participan artistas sin el más mínimo contraste de calidad y en los cuales incluso cabe el fantasma del fraude, como ha ocurrido este año. Y no digo que lo haya habido.
Este concursante, Manel Navarro, es el producto de un largo proceso de desintegración dentro de Televisión Española, y no solo en la programación musical, salvo excepciones, que las hay, aunque no en el mundo de la música. Y por cierto, aun es peor la televisión autonómica de Galicia.
Ciñéndonos a la canción, al margen del intolerable gallo, decir que la composición resultaba rítmicamente monótona, armónicamente simplona y vocalmente vaída; por encima estaba pobremente producida y aun fue peor interpretada en el directo.
Es verdad, sin duda, este chico se merecía ese último puesto pero TVE ha tenido la desfachatez de abandonar a su suerte a su desdichado engendro, no hubo debate, ni interés aparente, ni asunción de responsabilidades.
Pero hoy y aquí lo destacable es la recuperación de la conciencia musical europea.
¡Viva Portugal!