Después de más de un año ahorrando por fin acabo de hacerme con un Waldorf Blofeld Rack. La criatura viene de camino. Hace mucho tiempo que tenía en mente este sinte con la idea de destinarlo a la composición y producción de bajos. En teoría tiene una calidad espectacular para su precio, es intuitivo y con 16 partes multitímbricas que permiten combinar varios timbres con el objeto de engordar el sonido final. Ahora el Kawai K3 M pasará a mezclarse con brasses, fantasías e incluso cuerdas del Integra 7. Evidentemente es el invendible, lleva conmigo desde 1.987 y era el alma mater de B.B.C. El Waldorf Blofeld lo he cogido en formato rack y color blanco, que es súmamente elegante. Me muerdo las uñas para ver como suenan los 9 temas que tengo compuestos con este animalito pero más retraso de trabajo al tener que ir armando cada sonido para cada canción.